Descubrimos una estela en Escúllar con una escritura desconocida. Conferencia con Ahmed Skounti en el Museo de Almería

El pasado 9 de enero el Museo de Almería acogió la conferencia titulada ‘La Estela de Escúllar y las escrituras líbico-bereber’, organizada por este centro cultural junto a la asociación ‘Amigos de la Alcazaba’ y nuestra revista. La misma corrió a cargo del profesor dr. Ahmed Skounti, antropólogo en el Instituto Nacional de Arqueología y Ciencias del Patrimonio de Marruecos INSAP, Rabat, especializado en la cultura bereber-amazigh y facilitador de la UNESCO para Oriente Medio y África.

En ella además hicimos públicos los detalles del hallazgo y de los dos años de investigación que hemos llevado a cabo con la ayuda de diferentes expertos y que se pueden consultar en el siguiente trabajo publicado en Academia.edu, cuya versión en inglés se publicará en la prestigiosa revista INORA de arte rupestre.

Así mismo, gracias a la colaboración de Aper Oculi (Jorge Sánchez Alarcón y Mario Martínez Alcañiz) tenemos disponible un modelo en 3D de la estela realizado con fotogrametría de alta resolución que permite distinguir los más pequeños detalles de los grabados.

En el mismo lugar podemos cliquear en las diferentes noticias de medios de prensa que se han hecho eco del hallazgo y de la conferencia, entre ellos la agencia EFE y el Diario de Almería, así como en el estudio preliminar que ya hemos mencionado y los videos que recogen la conferencia en el museo de Almería, la visita al emplazamiento de la estela y la entrevista al profesor Ahmed Skounti.

Con respecto a la conferencia en el museo de Almería hemos de destacar la gran acogida por parte del público almeriense que llenó la sala y su gran interés que quedó patente con las intervenciones en el turno de preguntas.

Francisco Verdegay por parte de 'Amigos de la Alcazaba' presentó el acto que contó con bastante concurrencia de público. Seguidamente tomó la palabra Roberto Serna, editor de Argárica, que relató los pormenores del descubrimiento de la estela en 2022 y las aportaciones que han realizado distintos expertos a la investigación sobre su naturaleza.

El descubrimiento casual fue realizado por Rafaél Fernández Martínez, Manuel Serna García, Roberto Serna García y Liberia García García durante una ruta que pretendía visitar las pinturas del abrigo rupestre de 'Majada de las Vacas' situadas cerca de la villa de Escúllar. En ese camino nos percatamos de la existencia de una antigua calzada marcada con losas de pizarra que nos indujo a investigar por los alrededores.

Precisamente en uno de los roquedales vimos algo que nos dejó impresionados: dos signos geométricos perfectamente grabados en su superficie. Aparentemente podrían ser de tipo alfabético si bien no supimos identificarlos con ningún sistema de escritura. Al dar la vuelta pudimos ver que en realidad se trataba de una especie de refugio o covacha con una entrada bien delimitada.

Justo en la entrada a mano derecha reposaban dos grandes lajas de pizarra. La primera, sin marcas cubría otra mayor en la que se distinguía algo extraño. Procedimos a retirarla con cuidado y lo que apareció ante nuestros ojos no tenía parangón: unos signos claramente de tipo alfabético que sin embargo no podíamos interpretar. Jamás habíamos visto nada igual y en buen estado de conservación.

Por esta razón, después de reportar a las autoridades de patrimonio, nos pusimos en contacto con distintos expertos, para que nos ayudaran a descifrar el enigma de esta escritura. El primero de ellos nuestro colaborador habitual, el epigrafista Georgeos Díaz-Montexano ya nos orientó en torno a dos hipótesis de investigación: la de una relación con las escrituras líbico-bereber del norte de África y la de que se pudiera tratar de una protoescritura prehistórica de tipo ELA.

A continuación la Dra. Renata Springer de la Universidad de la Laguna (Tenerife) nos hizo una primera interpretación de los signos según los signarios líbicos y nos recomendó consultar a expertos paleohispanistas. Del mismo modo tuvimos la colaboración de las argelinas Dra. Malika Hachid, del Centre national de préhistoire et d'anthropologie de Argel y la Dra. Samia Ait Ali Yahia, de la Universidad Mulud Mammeri de Tizi Ouzou que también nos ayudaron a realizar dicha interpretación en comparativa con los signarios líbicos. También hemos de agradecer la colaboración del Dr. José Ángel Zamora López, del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo, CSIC y experto en escritura fenicia que nos confirmó que no era de este tipo y nos animó a estudiar la datación de la estela para poder elaborar una hipótesis fiable.

Finalmente destacamos la aportación del Dr. Ahmed Skounti, antropólogo del INSAP, Institut national des sciences de l’archéologie et du patrimoine, Rabat, Marruecos y buen conocedor del arte rupestre del Magreb, que desde el principio nos brindó su total colaboración y que incluso se ofreció a visitar el lugar e impartir una conferencia. Su presencia en el lugar ha sido clave a la hora de determinar que nos encontramos ante una inscripción muy antigua, con signos presentes en los signarios líbicos y tifinagh pero cuya disposición nos hace pensar en que podría tratarse de otro tipo de escritura, quizás emparentada con estas.

Pero la mayor aportación al estudio de la estela se la debemos a nuestro colaborador Georgeos Díaz-Montexano (Epigraphic Society) que realizó un amplio trabajo de investigación comparativa con cada uno de los signos y los distintos signarios líbicos y tifinagh así como un análisis de los microcortes de la roca que permitió conocer la dirección en que fue elaborada la escritura.

Ello quedó perfectamente reflejado en la imagen que podemos ver a continuación y que muestra los posibles valores fonéticos de los signos se acuerdo a dichos signarios. ¿Podrían conducirnos a un desciframiento de la estela? Sin duda representan el primer paso necesario.

Otro aspecto a destacar es la cuestión de si estamos hablando de un caso aislado o por el contrario formaría parte de una cultura más amplia que se podría haber desarrollado en el sureste ibérico.

Para ello hemos de conocer el entorno en que nos movemos. La Sierra de los Filabres en Almería es conocida por la abundancia de grabados, inscripciones y pinturas rupestres. Algunos casos paradigmáticos son la Piedra Labrada de Chercos, la Piedra de los Cocones en Escúllar, la Piedra de las Pezuñas en Abla y sobre todo Piedra de la Romana en Castro de Filabres y la Piedra Escrita de Velefique cuyo descubrimiento fue reportado por nuestro equipo.

Aunque aún nos encontramos en una fase temprana de investigación, es posible elaborar algunas hipótesis sobre su origen y significado. ¿Por qué una escritura utilizaría los mismos signos que se pueden encontrar en los alfabetos líbicos y tifinagh y sin embargo no seguiría la misma disposición? Bueno, en este aspecto se podría decir que si la datación es anterior a las escrituras líbicas podriamos hablar de una escritura madre que tuvo su origen en la península ibérica, probablemente la misma que Díaz-Montexano denomina ELA y que se ha encontrado en lugares tan destacados como en una vasija votiva o ceremonial de Los Millares.

Si por el contrario fuese posterior, medieval por ejemplo, indicaría que los últimos vestigios del líbico-bereber habrían sobrevivido entre los grupos de bereberes norteafricanos que llegaron durante el periodo islámico cuando en el norte de África ya se habían extinguido por la imposición del árabe o bien estaban ya en trance de desaparecer. Así ocurriría un fenómeno similar al de Canarias, donde sobrevivieron los testimonios más recientes de este tipo de escritura como nos indicó el profesor Skounti durante la conferencia.

Como bien apunta nuestro colaborador Díaz-Montexano, hay una tercera opción. Podríamos estar hablando de la existencia de una escritura mixta que incoporaría características de las escrituras líbicas (de donde tomaría la mayoría de los signos) con otras de las escrituras fenicias, lo cual explicaría la orientación y distribución inusual. Podríamos decir que se trataría de una escritura hermana del líbico que se desarrolló en las regiones costeras al amparo de la influencia fenicia y cartaginesa.

Probablemente estas poblaciones libio-fenicias de las cuales hablan los autores clásicos (Polibio, Tito Livio, Apiano, Avieno...) tendrían su origen en grupos de guerreros y colonos norteafricanos. Apiano concreta el término "blasto-fenicios" que también es traducido por "bástulo-fenicios", es decir, que habitarían la región de los bástulos o bastetanos, posiblemente el sureste peninsular que englobaría principalmente a las actuales provincias de Almería y Granada.

Un ejemplo de ello serían las diversas cecas de monedas libiofenicias cuya lectura no corresponde exactamente con la fenicia tradicional y por tanto algunos estudios las consideran meras "aberraciones" producto del desconocimiento de la escritura fenicia por parte de las poblaciones locales. Otros autores simplemente las catalogan como neopúnicas e incluso como neoarameas. Sin embargo quizás una lectura que contemple los signarios líbicos podría arrojar nueva luz sobre su significado.

No solamente tenemos los testimonios de los autores clásicos, las monedas y las inscripciones como las de la Estela de Escúllar. Recientemente ha salido a la luz un nuevo estudio genético realizado por el equipo de David Reich titulado "Punic people were genetically diverse with almost no Levantine ancestors". Su conclusión principal, que los púnicos o cartagineses apenas conservaban genética fenicia, es bastante cuestionable y requeriría un análisis detallado caso por caso, pero lo que nos interesa son los datos publicados acerca de individuos de distintas colonias fenicio-púnicas.

En ellos podemos ver como el componente de la ancestría norteafricana, es decir, la de los pueblos líbicos tiene una gran presencia precisamente en Villaricos, la antigua Baria fenicia, siendo mucho mayor que en otras colonias como Málaga, Cádiz o incluso Ibiza. ¿Es casualidad que precisamente cerca de Baria, en Almería, en pleno territorio de los bástulos se encuentren este tipo de inscripciones? No lo parece, más bien es una confirmación de que los autores clásicos tenían razón cuando hablaban de los pueblos libiofenicios asentados en el sureste de la península ibérica.

Todo ello explicaría la amplia presencia de grabados que corresponderían con los signarios líbicos y tifinagh. Así mismo justificaría la utilización de la antigua técnica del piqueteado, cuando aún las herramientas de metal eran un bien escaso. Por último la gran antigüedad que denota la pátina, del mismo color que la roca, podría perfectamente corresponder a este periodo, hace unos 2500 años. Un magnífico ejemplo lo tenemos en la Piedra Escrita de Velefique, un magnífico panel descubierto por nuestro equipo en 2021 y puesto en conocimiento de las autoridades de Patrimonio para su preservación y estudio.

En ella podemos distinguir, además de bastantes signos con forma de herradura (con valor fonético 'd' en líbico antiguo), otros con forma redondeada (el sonido 'r') y otras con los valores 't' y 'b'. Muy cerca encontramos una "cazoleta" o "cocón" con una forma muy original y en posición inclinada, lo cual da poco o ningún sentido a la explicación que los asimila con "agujeros hechos por pastores para acumular agua de lluvia". Por el contrario parece que el panel pudiera tener un contenido mágico-religioso, tanto por sus grandes dimensiones como por la repetición de signos a modo de mantra. El cocón sería un elemento anexo sobre el cual podrían realizarse libaciones o sacrificios, acumulando en él los líquidos sagrados (sangre, vino, agua...).

Pasemos a otro lugar destacado de la comarca de Los Filabres, la Piedra de La Romana, situada en el término municipal de Castro de Filabres, es uno de los más bellos ejemplos de toda la península Ibérica en cuanto a grabados se refiere. Las escenas de guerreros ataviados con escudos y jinetes portando lanzas incluyen además la representación de un camello. Quizás estas representaciones, por su estilo y temática, pudieran estar relacionadas con las que encontramos al sur del Atlas marroquí como en los paneles rupestres de Foum Chenna.

También se pueden encontrar distintos tipos de escrituras, incluyendo algunos de los signos que aparecen en la Estela de Escúllar, así como otros que podrían relacionarse con el protocananeo y el protosinaítico a modo de panel didáctico o explicativo, como el que pudiera hacer un maestro a un alumno que quiere aprender esa escritura. ¿Un posible testimonio de contactos marítimos con el levante Mediterráneo antes de los fenicios?

Otro elemento fundamental es la Piedra Labrada o Labrá de Chercos, quizás el mayor petroglifo de toda la península en el cual se combinan representaciones humanas, zoomorfas y símbolos de tipo indaliforme, lo cual nos retrotrae a una época seguramente prehistórica.

El profesor Javier García del Toro la describe así: “La Piedra Labrá tiene carácter de lugar sagrado o santuario, donde la roca es el “sancta santorum”, ara o altar y “libro sagrado”, sobre la que se inscriben una serie de signos y temas figurativos propiciatorios de magia simpática o simplemente se representan escenas de la vida cotidiana a los que se les quiere dar una trascendencia supranatural, ofreciéndolas, como grabados, a alguna divinidad.

El arte esquemático es el resultado de la superioridad expansiva de los buscadores de metal del Bronce I y II; su época clásica serían los milenios III y II y la fase final estaría marcada por la llegada de los nuevos elementos externos, orientales o no, como los carros, las armas de las estelas portuguesas… Mirando con detenimiento la amplia temática que trata «La Piedra Labrá» de Chercos Viejo, vemos en ella unas representaciones que no nos pueden llevar más allá del tercer milenio, como serían los carros, jinetes, hachas y espadas, que corresponden claramente a la Edad del Bronce del sureste español."

De nuevo no es casualidad que hable de un "libro sagrado" porque muchos de los símbolos, si bien son difíciles de reconocer por su desgaste, si que aparentar ser algún tipo de escritura, por su disposición y por la repetición de los signos.

Por último un documento de valor excepcional es la investigación realizada por Jorge Sánchez Alarcón acerca de las pinturas rupestres de Majada de las Vacas (Escúllar) antes mencionadas que por primera vez ha tratado digitalmente con aplicación de filtros de realze digital del color, transformación de color por estirado decorrecional y filtros de análisis cromático sobre imágenes RGB. En ellas ha podido identificar lo que a todas luces parece una embarcación a vela. Si, como es lo más habitual, ese tipo de pinturas de tipo esquemático correspondieran a los periodos neolítico y calcolítico podriamos estar hablando de una de las embarcaciones de vela más antiguas de la humanidad, junto con los conocidos ejemplos de Laja Alta, en Jimena de la Frontera, Cádiz que están datadas en el 4200 a.C.

Llama la atención el prótomo con forma de animal, ¿un toro?, que se asemeja mucho al que se encontró en una vasija de Los Millares y que podría corresponder a una embarcación de la Edad del Cobre.

Nos gustaría finalizar con un llamado a la comunidad científica: no podemos dejar que todos estos tesoros patrimoniales caigan en el olvido. Tenemos la oportunidad histórica de investigarlos y darlos a conocer, primero por su valor material intrínseco, como elementos únicos que han moldeado nuestra tierra durante generaciones y que son irrepetibles, segundo por su valor espiritual, son nuestras raices y el legado de nuestros ancestros que perviven en piedra a través de los siglos y tercero porque esta región merece ser el centro de atención tras décadas de abandono, no solo a nivel nacional, sino internacional. Como bien nos ha demostrado el profesor Skounti y los distintos expertos que han participado en este trabajo, hay gran interés en resolver el enigma que se nos plantea y no hay duda de que aparecerán nuevos hallazgos que nos permitirán profundizar en su estudio.

Tanto si sois profesionales como si sois aficionados o autoridades relacionadas con el patrimonio, no dudeis en poneros en contacto con nosotros para colaborar en la investigación, lo merece.